Alimentación saludable, mi responsabilidad como padre.

Todos escuchamos hablar que la alimentación es importante, pero no siempre estamos conscientes del impacto que nuestros hábitos tienen en la salud y vida. Como padres, nuestra responsabilidad incluye el bienestar de nuestros niños, y lo más básico que podemos hacer es alimentarlos de una manera saludable.

La rutina del día a día por lo general nos impulsa a elegir la comodidad y rapidez para todo, incluyendo la comida, es así como en nuestra cultura una merienda totalmente normal para el colegio de los niños está compuesta por unos doritos y una bebida en cajita, sin saber que esto, además de no alimentarlos los perjudica por la cantidad de ingredientes químicos, sal y azúcar que contiene.

El objetivo de este post es crear consciencia de la relevancia que tiene la prevención en salud y la formación de hábitos saludables en nuestros hij@s.

Algunos aspectos que quisiera compartir con ustedes son:

La cantidad máxima recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) de ingesta de azúcar diaria para un niño es de 5 cucharaditas. Sin embargo, veamos este ejemplo: Un tazón de leche de 500 ml con cacao contiene unos 21 gramos de azúcar, es decir unas 5 cucharaditas, y con unos 50 gramos de cereales azucarados casi dos cucharadas más de azúcar. La merienda es otro momento donde los niños consumen mucho azúcar. Por ejemplo, si les damos un zumo de naranja envasado de 250 ml el niño se está bebiendo 30 gramos de azúcar, es decir unas 7 cucharaditas. Si además le damos un yogurt de frutas significa 4 cucharitas más de azúcar y unas galletas con pepitas de chocolate 5 más. En total el niño, solo con el desayuno y la merienda, ha tomado 23 cucharaditas de azúcar, unos 95 gramos, cifra que supera por mucho lo recomendado.

Podemos concluir que efectivamente es necesario un cambio en la mayoría de nuestros hogares con respecto al consumo de azúcar, ya que su alto consumo incide en la tendencia a obesidad y diabetes en los niños.

Gracias a la publicidad que recibimos en forma masiva en los medios de comunicación actuales (redes sociales y televisión) damos por hecho que los productos que encontramos en los supermercados son inofensivos para todos nosotros. Sin embargo, la realidad es que todo producto que esté empacado (plástico, cajas, botellas, etc.) por lo general contiene ingredientes que no son sanos para el organismo. Se recomienda leer las etiquetas de los productos que compramos, entre más ingredientes tengan con palabras que no podemos entender, menos sano es para el cuerpo. Es preciso empezar a incluir productos naturales en nuestra dieta, es decir, aquellos que no adicionen ingredientes “extraños” en su composición; lo que finalmente resulta en introducir más verduras y frutas a nuestra alimentación diaria.

Tengamos presente que el riesgo de obesidad infantil actualmente es muy alto; el sobrepeso hace que el niño crezca más rápido y su pubertad es precoz. Al comienzo se ve alto, pero realmente su estatura será menor a lo esperado al terminar su desarrollo. En el futuro, el niño podrá ser diabético, hipertenso y posiblemente tendrá problemas cardiovasculares¹. Vale la pena que recordemos que la prevención es una de las mejores armas para anticipar y evitar enfermedades graves como ésta en nuestra familia.

Andrea Bandera

Mujer, madre y apasionada Montessori

1- https://www.minsalud.gov.co/Documentos%20y%20Publicaciones/Obesidad%20infantil.pdf